El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, aseguró que el dinero para importar combustibles está totalmente garantizado hasta fin de año. Más de 9.000 millones de bolivianos ya fueron destinados a este propósito, utilizando canales del Banco Central y el Banco Unión. Pero el ministro dejó claro que la ejecución de esos recursos dependerá de la nueva administración que asuma el mando del país.
Montenegro reconoció que el panorama económico será complejo y advirtió que un manejo imprudente del subsidio a los carburantes podría provocar una ola inflacionaria. Dijo que eliminar o modificar ese beneficio sin una estrategia gradual sería como operar a un paciente sin anestesia: “primero hay que estabilizar la presión”, insistió, en referencia al tipo de cambio y al control de precios.
La advertencia llega en un momento clave, cuando el país transita hacia un nuevo gobierno y las decisiones sobre el combustible se han convertido en un termómetro de la estabilidad económica nacional.