La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, anunció una serie de “medidas de urgencia” para proteger las obras y joyas del Museo del Louvre, tras el robo ocurrido el pasado 19 de octubre. El emblemático recinto parisino, símbolo del patrimonio mundial, contará antes de fin de año con nuevos sistemas “anti intrusión y antirrobo”, en un intento por restaurar la confianza en su seguridad.
Durante una entrevista con TF1, Dati reconoció que la investigación administrativa abierta tras el incidente reveló una “subestimación crónica y sistémica de los riesgos”, una deficiencia que según la ministra se arrastra desde hace más de dos décadas. “No se puede continuar así”, afirmó con firmeza, subrayando que los actuales mecanismos de protección, aunque operativos, no lograron evitar la sustracción de ocho valiosas piezas de joyería.
El Gobierno francés, consciente del impacto simbólico y económico del robo, ha decidido implementar un plan integral de seguridad. Este contempla formación obligatoria en gestión de riesgos y protección de bienes culturales para todos los agentes de vigilancia, así como la creación de una dirección especializada en seguridad dentro de la estructura del museo.
Hasta el momento, las autoridades han detenido a siete personas presuntamente implicadas en el robo, pero las joyas valoradas en 88 millones de euros siguen sin ser recuperadas. El caso ha abierto un debate sobre la vulnerabilidad de los grandes museos europeos ante las redes delictivas especializadas en arte y patrimonio, y sobre la necesidad de modernizar sus sistemas de resguardo para proteger no solo sus tesoros, sino también su legado histórico.