Luis Arce dirigió este miércoles su último gabinete ministerial antes de dejar la presidencia. En medio de una situación económica marcada por la escasez de combustible y la falta de dólares, los ministros presentaron sus renuncias colectivas en la Casa Grande del Pueblo.
El encuentro, que se extendió por más de cinco horas, tuvo un tono de cierre y gratitud. “Nos vamos con la moral en alto”, dijo el ministro de Minería, Alejandro Santos, al confirmar que todos los integrantes del Ejecutivo dejarán sus cargos hasta el viernes. La canciller Celinda Sosa también destacó el trabajo realizado “para los bolivianos dentro y fuera del país”, al formalizar su renuncia.
Durante la jornada, Arce promulgó una de las últimas normas de su gestión: la ley de diferimiento de créditos, con la que busca aliviar las deudas de sectores afectados por la crisis. Sin embargo, el telón de fondo fue un ambiente de despedida y balance de un gobierno que termina en medio de desafíos económicos y tensiones políticas.