Un crimen estremecedor sacude al trópico de Cochabamba. Abraham Ortega Arancibia, agricultor de 28 años y vecino de Entre Ríos, fue encontrado sin vida a orillas de la carretera entre Cochabamba y Santa Cruz, con signos evidentes de tortura y al menos 16 disparos en el cuerpo.
Ortega había sido reportado como desaparecido el pasado 21 de junio tras dirigirse a su chaco. Casi dos días después, su cuerpo fue hallado entre los matorrales del kilómetro 47 de la vía, maniatado con un cinturón de seguridad. La autopsia confirmó una ejecución violenta: las balas impactaron principalmente en el tórax, lo que revela un ataque directo y planificado.
En un principio, el caso fue denunciado como secuestro en la localidad de Ivirgarzama, pero la brutalidad del hallazgo obligó a la Fiscalía a cambiar la tipificación legal a asesinato. Las investigaciones ahora están bajo responsabilidad del Ministerio Público de esa jurisdicción.
Peritos de criminalística realizaron un rastrillaje minucioso en la escena del crimen. Se busca reconstruir el recorrido de los responsables y obtener pistas sobre el móvil, que podría estar relacionado con conflictos personales o un posible ajuste de cuentas, dada la violencia extrema del ataque.
La familia de la víctima, que reconoció el cuerpo, exige justicia y respuestas. Mientras tanto, el Ministerio Público ha abierto una causa contra autores aún no identificados y convoca a toda persona que pueda aportar datos relevantes.
El asesinato de Abraham Ortega ha generado temor e indignación en la región. Las autoridades piden a la población mantenerse alerta y colaborar con la investigación para dar con los responsables de este crimen que ha marcado con sangre el corazón del trópico boliviano.