El Ejército israelí intensificó este sábado sus ataques sobre la Franja de Gaza, provocando la muerte de al menos 63 palestinos, entre ellos 19 niños y 7 mujeres, según fuentes médicas y de la Defensa Civil. Algunas de las víctimas estaban esperando la distribución de alimentos en centros de ayuda humanitaria, como los gestionados por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), donde se reportaron disparos contra civiles.
Uno de los bombardeos más trágicos se registró cerca del Estadio Palestino en la ciudad de Gaza, donde 12 personas, incluidos diez miembros de una misma familia, fallecieron mientras buscaban refugio. Ataques similares destruyeron viviendas en zonas como Yabalia, el barrio de Al Tuffah y el campamento de Al Shati. En Jan Yunis, otras 23 personas también perdieron la vida, incluyendo tres hermanos que dormían en una tienda de campaña en lo que solía considerarse una zona segura.
Organismos de socorro reportan dificultades para responder ante la magnitud de los ataques, debido a la falta de recursos, combustible y acceso seguro. La GHF ha sido señalada tras una investigación del diario Haaretz, que reveló presuntas órdenes militares israelíes para disparar contra quienes se acerquen a los centros de ayuda fuera del horario establecido. Aunque la fundación niega tener conocimiento de estos hechos, pidió una investigación inmediata y transparente.
Desde que comenzaron las operaciones humanitarias de GHF, más de 550 personas han fallecido en las cercanías de los centros de distribución y puntos de espera de ayuda. En total, se estima que la cifra de víctimas en Gaza ya supera las 56.300 desde el inicio del conflicto, mientras los ataques continúan tanto en el norte como en el sur del enclave, agravando aún más la crisis humanitaria que enfrenta la población civil.