Sucre amaneció con un aire de solemnidad. En el corazón de la capital, la plaza 25 de Mayo se convirtió en el centro de atención nacional con la entrega de credenciales al presidente electo Rodrigo Paz Pereira y al vicepresidente Edmand Lara. El acto, organizado por el Tribunal Supremo Electoral, marca el inicio oficial del mandato constitucional 2025–2030.
Más de 600 policías desplegados en el casco histórico resguardan la Casa de la Libertad, símbolo de la independencia boliviana y escenario donde los nuevos mandatarios recibirán las credenciales que los acreditan como autoridades del Estado. Desde temprano, los preparativos y la llegada de invitados especiales, diplomáticos y representantes institucionales dieron a la jornada un tono de expectativa y emoción.
La capital del país revive su papel protagónico en los momentos clave de la historia boliviana. Hoy, una vez más, Sucre se convierte en el escenario donde se sella el comienzo de un nuevo ciclo político para Bolivia.
El ambiente en las calles refleja una mezcla de orgullo y esperanza. Vecinos, estudiantes y visitantes se acercaron al perímetro del acto para presenciar de cerca un acontecimiento que consideran histórico. Los balcones adornados con banderas y los cánticos espontáneos acompañan una jornada que, más allá del protocolo, simboliza el deseo de estabilidad y renovación política. En Sucre, la memoria de la independencia se enlaza hoy con la expectativa de un futuro que muchos bolivianos esperan ver construido con diálogo, transparencia y unidad.
