En respuesta a un creciente número de denuncias por agresiones perpetradas por choferes del transporte público, la Alcaldía de La Paz ha anunciado una medida contundente: la exigencia de un análisis psicológico como requisito indispensable para la prestación de este servicio.
La decisión fue comunicada por Gonzalo Barrientos, director de Gobernabilidad de la comuna paceña, quien enfáticamente declaró: “Es necesario e imperioso que haya un análisis psicológico porque es la representación de un servicio público. Los pasajeros, cuando pagamos, lo mínimo que debe haber es respeto, tolerancia y garantía de que haya una prestación que genere niveles de convivencia pacífica”.
Esta nueva exigencia se produce en un contexto de preocupación por la seguridad y el trato a los usuarios. El secretario municipal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Erick Millares, reveló que en las últimas dos semanas se han registrado seis denuncias, siendo la mayoría de ellas vinculadas al transporte interciudad. “Cuatro de ellas fueron generadas por choferes del transporte interciudad”, especificó Millares, subrayando la gravedad de la situación en este sector.
Los recientes incidentes que han motivado esta acción incluyen el atropello de un funcionario municipal durante un control de pasaje y la agresión física a un pasajero por parte de otro conductor. “En esos casos se suspendieron las tarjetas de operación debido a faltas graves”, informó Barrientos, demostrando la firmeza de la Alcaldía ante estos hechos de violencia.