La Federación de Panificadores de Tarija levantó su paro indefinido tras apenas un día y medio, en un escenario donde las juntas vecinales ya se habían organizado para producir y vender pan a 1 boliviano. Esta iniciativa comunitaria, respaldada por la Alcaldía Municipal, buscó paliar la escasez generada por el paro del sector.
Los vecinos de barrios como Torrecilla, utilizando hornos y asistencia técnica del Centro de Autoempleo y Producción (CAP) municipal, elaboraron pan casero de entre 78 y 80 gramos, logrando producir 1.050 unidades con un quintal de harina. El alcalde Johnny Torres visitó el CAP para constatar la calidad del producto y reiteró el apoyo de la comuna para "aliviar la necesidad" de la población.
Por su parte, Vicente Copa, representante de los panificadores, justificó el "cuarto intermedio" del paro por la falta de harina subvencionada por parte de Emapa. Copa señaló al gobierno como "culpable por haber perdido el control total" de la distribución. A pesar de la reanudación de actividades, el sector panificador mantiene su insistencia en elevar el precio de venta del pan de 1 a 2 bolivianos, una demanda que sigue sin resolverse con las autoridades.