Un grave episodio de xenofobia empañó la última jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores. El futbolista venezolano Miguel Navarro, defensor de Talleres de Córdoba, denunció públicamente que fue víctima de un insulto xenófobo por parte del paraguayo Damián Bobadilla, jugador de São Paulo, durante el partido disputado en el estadio Morumbi.
Según Navarro, Bobadilla le gritó: “venezolano muerto de hambre”, provocando su conmoción en pleno campo de juego. El lateral, visiblemente afectado, rompió en llanto y estuvo a punto de abandonar el partido, aunque finalmente fue convencido por sus compañeros para continuar.
Talleres repudió el hecho mediante un comunicado oficial, calificando el acto como “racista y xenófobo”. Su capitán, Augusto Schott, y el director técnico interino, Mariano Levisman, respaldaron la denuncia. Además, Navarro presentó una denuncia formal ante la Policía en el estadio.
El jugador escribió en sus redes: “Nunca me avergonzaré de mis raíces. No hay lugar para el odio en el fútbol. Iré hasta las últimas consecuencias”.
Mientras São Paulo celebraba su clasificación como líder invicto del grupo D, el episodio desató una ola de indignación que volvió a encender el debate sobre el racismo y la xenofobia en el fútbol sudamericano.
Hasta el momento, São Paulo no se ha pronunciado oficialmente sobre la acusación.
