Una ola de bloqueos encabezada por sectores afines a Evo Morales paraliza rutas clave en seis departamentos del país, dos días antes de lo anunciado oficialmente. Las medidas, que exigen la renuncia del presidente Luis Arce y elecciones con la participación de Morales, afectan seriamente la conexión entre el oriente y el occidente boliviano.
Cochabamba es el epicentro, con al menos diez puntos de bloqueo activos, incluyendo Quillacollo, Sacaba, Parotani y Epizana. La carretera hacia Chuquisaca también está interrumpida. En Potosí, comunidades como Marka Qaqachakas bloquearon la Panamericana. En Oruro, el cruce de Challapata, vital para el sur, fue cerrado.
En La Paz, la protesta se originó por la falta de combustible, con bloqueos desde Patamanta hasta Batallas. Allí también se han sumado agricultores en plena temporada de cosecha.
En Chuquisaca y Pando, otros cortes de ruta se suman al panorama. Solo Tarija, Beni y Santa Cruz mantienen sus caminos libres internamente, aunque su conexión con el resto del país está severamente limitada.
La Administradora Boliviana de Carreteras confirmó la situación, que muestra una escalada de presión política en pleno año electoral.
