Bolivia amanece este miércoles con más de 25 puntos de bloqueo en distintas carreteras del país, impulsados por sectores leales al expresidente Evo Morales. Las protestas, en su tercer día consecutivo, se dan en un momento crítico: escasez de combustible, falta de dólares y precios en alza golpean con fuerza la economía nacional.
Aunque los manifestantes denuncian justamente esos problemas, el Gobierno acusa otra motivación. El presidente Luis Arce sostiene que Morales busca forzar su candidatura presidencial “por la vía del caos” y presiona por su renuncia. “No miente por la economía, miente para volver al poder”, aseguró Arce.
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, denunció que los bloqueos buscan “generar convulsión” y reiteró que la Policía y las Fuerzas Armadas trabajan coordinadamente para liberar las vías. Solo en Cochabamba, se reportan al menos 20 puntos de bloqueo, y el intento de desbloquear rutas ya dejó 12 policías heridos.
Mientras el conflicto recrudece, crece también la fractura dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), con Evo y Arce enfrentados públicamente. La crisis social, económica y política parece no dar tregua.