Mientras miles de bolivianos se esfuerzan por mantener a flote sus negocios y llegar a sus trabajos, una amenaza creciente se cierne sobre la economía del país: los bloqueos carreteros. La Cámara Nacional de Industrias (CNI) ha emitido una severa advertencia, calificando la situación de "bomba de tiempo" debido a las pérdidas millonarias que ya está generando en el sector industrial.
IMPACTO ECONÓMICO.
Devastador
Según el reporte de la CNI, los bloqueos en al menos cinco departamentos han provocado pérdidas que superan los $us 24 millones para la industria boliviana. La Paz encabeza la lista de las regiones más afectadas, con un costo estimado de $us 12 millones, seguida de cerca por Cochabamba y Santa Cruz.
El problema va más allá de la simple interrupción del tránsito. La paralización de las vías impide la llegada de insumos esenciales a las fábricas, dificulta el acceso de los trabajadores a sus puestos y retrasa la distribución de productos básicos a los hogares bolivianos. Esta situación crítica está dejando en el limbo a más de 600 mil trabajadores y 40 mil industrias en todo el país.
UN LLAMADO URGENTE A LA ACCIÓN.
Desde la CNI, el mensaje es unánime: en un momento de crisis económica, la prioridad debe ser acelerar la producción y proteger los empleos. "En plena crisis, bloquear no es una solución, es agravar el problema", afirmó Gonzalo Morales, presidente de la CNI.
El impacto de estas interrupciones no se limita a las fronteras nacionales. Las cadenas de suministro internacionales se ven seriamente afectadas, las exportaciones bolivianas pierden competitividad y la imagen del país como un destino favorable para los negocios se deteriora a nivel global.
PROPUESTAS PARA EL FUTURO.
Ante este sombrío panorama, la CNI no solo hace un enérgico llamado al diálogo como alternativa a los bloqueos, sino que también impulsa una reforma legal. El objetivo es establecer consecuencias penales para aquellas medidas que paralizan servicios esenciales y atentan contra la salud o la vida de las personas, buscando garantizar la estabilidad y el desarrollo económico de Bolivia.