Los bloqueos de caminos impulsados por sectores afines a Evo Morales han generado una grave crisis en el sector lechero de Cochabamba. Productores agrupados en Fundaprolec han comenzado a vender leche directamente al consumidor a 5,50 bolivianos el litro, el mismo precio que reciben ellos por su producción, en un intento desesperado por paliar las pérdidas provocadas por la interrupción del transporte y la comercialización.
La situación se agrava por la escasez de alimentos para el ganado, como cascarilla, harina solvente, afrecho y maíz, que normalmente provienen de Santa Cruz. Esta falta de insumos afecta la salud y productividad de las vacas, lo que ya está reduciendo el volumen de leche producido. Según Yhasmany Medrano, presidente de Fundaprolec, el impacto no se limita al sector agropecuario, sino que golpea a toda la población boliviana.
El presidente Luis Arce aseguró que el Gobierno continuará con los operativos para desbloquear las rutas y garantizar el derecho al libre tránsito. Sin embargo, desde la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro) exigen una acción más firme y prioritaria, alertando que sin alimento ni diésel para el campo, “Bolivia se hunde”. La continuidad de los bloqueos pone en jaque la seguridad alimentaria del país.
