El precio del pollo finalmente da un respiro a las familias paceñas. En los principales mercados de la ciudad, el kilo de esta proteína esencial se vende actualmente entre Bs 19 y Bs 21, una baja considerable frente a los Bs 32 que llegó a costar meses atrás.
Durante un recorrido por centros de abasto como la avenida Max Paredes y el mercado de Miraflores, se constató que la rebaja ya se refleja en los puestos de venta. Algunas caseras ofrecen el kilo a Bs 19.50, mientras que otras lo comercializan entre Bs 21 y Bs 22, dependiendo del tamaño y tipo del ave.
Esta caída de precios se atribuye principalmente a la mejora en el abastecimiento tras varios meses marcados por bloqueos, escasez de combustible y dificultades en el transporte. "Antes el pollo estaba a Bs 14, 15 o 16. Subió hasta Bs 32 por los bloqueos y la falta de gasolina", relató Sofía Tapia, comerciante del mercado Miraflores. Con la cadena de suministro normalizada, los precios han comenzado a estabilizarse.
Sin embargo, la reducción no ha impulsado las ventas como se esperaba. Algunas vendedoras señalan que los consumidores ahora optan por comprar solo presas sueltas, como piernas o pechugas, a precios más altos por kilo. "El kilo de presa está a Bs 26. No hay promociones porque el pollo entero merma mucho, y nosotras no somos mayoristas", comentó Tania Parra, vendedora en otro punto de la ciudad.
Por otra parte, la posibilidad de que los precios sigan bajando es incierta. Tapia advierte que factores como la mortandad de pollitos en Santa Cruz podrían limitar una mayor producción a corto plazo. "No creo que baje más. Muchos pollos bebés han muerto, y los que hay están tardando en crecer", explicó.
Pese a esto, hay señales de optimismo. Belén, una vendedora de la zona Max Paredes, aseguró que ya se han ofrecido promociones con pollos más pequeños de hasta 1.5 kilos y que volverán a hacerlo pronto. "Vamos a poner letreros con las promociones, que la gente esté atenta", dijo con entusiasmo.
En medio de un contexto económico tenso, esta baja en el precio del pollo representa un pequeño pero importante alivio para los hogares paceños, aunque persisten desafíos tanto para consumidores como para comerciantes.
