Santa Cruz vive momentos de preocupación tras la confirmación del segundo fallecimiento de un menor a causa de la coqueluche, una enfermedad respiratoria grave y altamente contagiosa. El pequeño, de menos de un año, no resistió las complicaciones y murió en cuidados intensivos, lo que eleva la alarma entre los especialistas y la población.
La tosferina, como también se la conoce, ataca con más fuerza a los bebés y niños sin protección completa por vacunas. Según el jefe de Epidemiología del SEDES, Dorian Jiménez, los dos fallecimientos registrados corresponden a menores que presentaban un estado clínico crítico y que no tenían su esquema de inmunización completo.
Los síntomas inician como un resfriado, pero rápidamente derivan en ataques de tos severos que pueden generar cuadros respiratorios graves. La facilidad con la que se transmite, a través de estornudos o tos, obliga a tomar precauciones inmediatas, sobre todo en hogares con niños pequeños.
Las autoridades sanitarias insisten en reforzar la vacunación infantil como única barrera eficaz para evitar más muertes. También exhortan a la población a estar atenta a los primeros signos y acudir al centro de salud más cercano ante cualquier sospecha.