El presidente de EE.UU., Donald Trump, lanzó un ultimátum inesperado al líder ruso, Vladimir Putin, exigiendo que ponga fin a la guerra en Ucrania “en 10 o 12 días”. La declaración fue realizada tras una reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer, y marca un giro contundente en la postura estadounidense frente al conflicto.
“Simplemente no hay progreso. No podemos seguir esperando mientras siguen los bombardeos”, dijo Trump, visiblemente molesto. Aunque no mencionó acciones concretas si Rusia desoye la advertencia, la comunidad internacional teme un aumento de tensiones si Moscú no responde.
El Kremlin aún no se pronunció, pero analistas advierten que este mensaje podría alterar los frágiles equilibrios diplomáticos. Mientras tanto, Ucrania recibe con expectativa este respaldo directo de Washington, en medio de un conflicto que ha dejado miles de muertos y millones de desplazados.