Óscar Villegas asumió la dirección técnica de la Selección Boliviana el 19 de julio de 2024, en medio de un ambiente de escepticismo tras la mala campaña de Bolivia en la Copa América. Su llegada fue sorpresiva, ya que se esperaba que se hiciera cargo de las divisiones menores, pero la Federación Boliviana de Fútbol apostó por él como seleccionador absoluto.
Con una trayectoria enfocada en divisiones inferiores en Bolívar y Always Ready, Villegas dio sus primeros pasos en el fútbol profesional como interino del primer plantel, logrando una clasificación a Copa Libertadores en 2024. Esta experiencia le dio el respaldo suficiente para asumir un desafío mayor con la Verde.
Desde su presentación, fue claro y realista: no prometió clasificaciones milagrosas al Mundial, sino trabajo y procesos. “No quiero vender falsas ilusiones”, dijo en su primera conferencia, marcando un estilo diferente al de sus antecesores.
En su primer año, los resultados han sido alentadores. Bolivia cambió su sede a El Alto y consiguió victorias clave ante Venezuela y Chile, que la colocaron en zona de repechaje. Actualmente, está en el séptimo lugar con 17 puntos, a solo uno de Venezuela.
Además del rendimiento en cancha, Villegas destacó la exportación de jugadores: “Si antes teníamos cuatro en el exterior, ahora tenemos 17”, afirmó, señalando que esto es un reflejo del crecimiento del fútbol boliviano bajo su gestión.
Aunque reconoce errores, como el partido ante Venezuela y las complicaciones en los viajes, Villegas mantiene la confianza en que Bolivia puede seguir en carrera al Mundial. Su enfoque pausado, realista y formador ha devuelto la ilusión a una afición golpeada por años de fracasos.