Un fuerte terremoto de magnitud 8,7 sacudió este martes la remota costa oriental de Rusia, específicamente a 126 kilómetros de Petropavlovsk-Kamchatsky, en la península de Kamchatka. El sismo, registrado a una profundidad de 19 kilómetros, fue uno de los más potentes en la región en más de una década y provocó una inmediata activación de alertas de tsunami en diversos puntos del Pacífico.
En Rusia, las autoridades declararon una amenaza de tsunami y pidieron a los residentes mantenerse alejados del mar. En el distrito de Yelizovo, se registró una ola de hasta 4 metros, aunque los daños reportados hasta el momento han sido mínimos. Kamchatka, donde ocurrió el sismo, se encuentra dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona propensa a terremotos y erupciones volcánicas.
La Agencia Meteorológica de Japón también emitió una alerta para su costa del Pacífico, advirtiendo que olas de hasta un metro podrían impactar entre las 10 y las 11 a.m., hora local. Se recomendó a la población no acercarse a la costa hasta nuevo aviso.
En Estados Unidos, el Servicio Meteorológico Nacional activó una alerta de tsunami para todo el estado de Hawái, señalando que las primeras olas podrían llegar alrededor de las 7:17 p.m., hora local. El organismo advirtió que el tsunami podría provocar daños en todas las costas del archipiélago.
También se emitieron alertas para partes de las islas Aleutianas en Alaska, mientras que una vigilancia de tsunami se mantiene activa para la costa oeste de Canadá y Estados Unidos, desde Alaska hasta la frontera con México. Las autoridades de estos países están tomando medidas preventivas mientras monitorean el avance del fenómeno.
Además, en la isla rusa de Sajalín, al suroeste del epicentro, las autoridades comenzaron evacuaciones preventivas como medida de precaución. Este terremoto ha reavivado los temores en la región, recordando el devastador sismo de magnitud 9,0 que en 2011 generó un tsunami mortal en Japón.