La Confederación Nacional de Panificadores anunció un paro nacional de 48 horas que comenzará a las 14:00 de este miércoles, como protesta ante la falta de provisión de harina subvencionada, insumo clave para la elaboración del pan de batalla. Según el sector, esta situación les está generando pérdidas económicas considerables.
La decisión se tomó en un ampliado nacional celebrado en La Paz y afectará la producción en seis departamentos, dejando fuera a Santa Cruz, Pando y Tarija, donde la protesta no será acatada. En las regiones adheridas, el tradicional pan de batalla desaparecerá de las panaderías, tiendas de barrio y mercados por dos días, afectando a miles de familias que dependen de este alimento básico.
Los dirigentes advirtieron además que, una vez levantada la medida, el precio del pan podría incrementarse hasta 1 boliviano por una pieza que supere los 70 gramos, un aumento significativo para los bolsillos de la población.
El sector reclama una respuesta del Gobierno ante la falta de harina subvencionada y acusa que el plazo de 24 horas para atender sus demandas, vencido este miércoles, no fue respetado. Por ello, decidieron detener la producción del pan con ese insumo, con la esperanza de presionar para que se reactive el suministro.
Este paro refleja no solo una crisis en la cadena de abastecimiento sino también la difícil situación económica que enfrentan los panificadores, quienes alertan sobre el impacto directo que esta medida tendrá en la alimentación diaria de la población más vulnerable.