Un violento terremoto de magnitud 8.8 sacudió la península rusa de Kamchatka y encendió las alarmas en todo el Pacífico. Horas después del sismo, el volcán Klyuchevskoy entró en erupción, lanzando lava y ceniza al cielo en una impactante muestra de poder natural.
El movimiento telúrico provocó evacuaciones y una alerta de tsunami que afectó a zonas como Severo-Kurilsk, donde tres olas golpearon la costa y causaron daños en el puerto. También se reportaron afectaciones menores en Petropávlovsk-Kamchatski, incluida una guardería dañada por los temblores.
Las autoridades confirmaron que el Klyuchevskoy, uno de los volcanes más activos del mundo, expulsó lava por su ladera oeste, aunque no se reportan víctimas ni daños significativos, debido a su ubicación remota. La actividad sísmica en la región sigue siendo monitoreada por el riesgo de réplicas.
El doble fenómeno natural vuelve a poner los ojos del mundo sobre el peligroso “Anillo de Fuego”, una de las zonas más activas del planeta.