La madrugada de este jueves se confirmó la muerte de Mariana Noemí Camargo Bartolo, una joven de 21 años que perdió la vida en el Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra. Su caso ha estremecido a la población y es investigado por el Ministerio Público como un presunto feminicidio.
Mariana fue ingresada inconsciente la noche del miércoles al hospital de Los Pocitos. Debido a la gravedad de su estado, fue trasladada al Hospital Japonés, donde falleció horas después. Su cuerpo presentaba lesiones visibles en el cráneo y en las extremidades, signos de una brutal agresión que activaron el protocolo de las autoridades.
La suegra de la víctima, quien la llevó al centro médico, fue arrestada, mientras que el principal sospechoso, su pareja, se encuentra prófugo. Ambos convivían en una vivienda de la zona del Plan Tres Mil, donde presuntamente ocurrió el hecho de violencia.
El fiscal departamental de Santa Cruz, Alberto Zeballos, confirmó que se abrió una investigación por el delito de feminicidio, tipificado en la legislación boliviana con una pena de 30 años de prisión sin derecho a indulto. “Es fundamental que la respuesta institucional sea rápida y contundente ante estos crímenes que enlutan a nuestra sociedad”, declaró.
Peritos forenses realizaron la autopsia legal para esclarecer la causa exacta del deceso, mientras agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) continúan desplegando operativos en el Plan Tres Mil para dar con el paradero del presunto agresor, ya plenamente identificado.
El caso de Mariana no es un hecho aislado. Su nombre se suma a una larga lista de mujeres víctimas de la violencia machista en Bolivia, un flagelo que continúa cobrando vidas pese a los avances normativos. Hoy, su historia exige justicia, pero también una reflexión colectiva: ¿cuántas más tendrán que morir para que la violencia deje de ser parte de nuestra cotidianidad?