Bolivia se prepara para un hecho inédito en su vida democrática: por primera vez, la presidencia se definirá en segunda vuelta electoral. El próximo 19 de octubre, Rodrigo Paz Pereira y Jorge "Tuto" Quiroga medirán fuerzas en las urnas, en un proceso que marcará un antes y un después en la política nacional.
Hasta hace poco, este escenario era imposible. Antes de la Constitución de 2009, cuando ningún candidato alcanzaba mayoría absoluta, el Congreso decidía quién sería presidente. Aquello abrió paso a pactos políticos y resultados sorprendentes, como el de 1989, cuando Jaime Paz Zamora llegó al poder pese a haber quedado tercero en votos.
El nuevo marco constitucional cambió las reglas: ahora el balotaje es obligatorio si ningún postulante alcanza el 50% de respaldo, o al menos el 40% con diez puntos de ventaja sobre el segundo. Esta vez, los números llevaron a esa definición histórica: Paz Pereira obtuvo un 32,14% y Quiroga un 26,81%.
El recuerdo de 2019, cuando un proceso electoral fue anulado por denuncias de fraude, sigue presente. Por eso, la ciudadanía espera que esta segunda vuelta se desarrolle con transparencia y confianza, inaugurando un capítulo distinto en la democracia boliviana.