En un acto público en Beni, el presidente Luis Arce acusó a la oposición política de implementar una estrategia para desestabilizar la economía del país, con el objetivo de generar descontento y debilitar su gobierno de cara a las próximas elecciones. Arce atribuyó el aumento sostenido de los precios de productos básicos y la escalada del dólar a esta supuesta estrategia opositora.
"La derecha que va a pugnar en las elecciones tiene una estrategia contra el pueblo boliviano. Esa estrategia es elevar permanentemente los precios de los productos y del dólar norteamericano en nuestro país, para poner a toda la población contra el Gobierno nacional," declaró el presidente.
Arce también vinculó los problemas económicos actuales a un "sabotaje" desde la Asamblea Legislativa, al que ahora se suma esta nueva ofensiva política. Sus declaraciones se producen en un contexto de creciente incertidumbre económica, con el dólar en el mercado paralelo alcanzando un récord de Bs 14,21, mientras que el tipo de cambio oficial permanece fijo en Bs 6,96.
El presidente denunció un intento de imponer un modelo neoliberal "maquillado", advirtiendo que esto llevaría al país a escenarios de desempleo, pobreza y exclusión. Arce sostuvo que las próximas elecciones confrontarán dos visiones opuestas: una neoliberal que prioriza la privatización y la concentración de la riqueza, y otra que promueve la industrialización con soberanía, la redistribución del ingreso y la participación activa del Estado.