En una confrontación que tensa aún más las relaciones en el fútbol boliviano, el director técnico Óscar Villegas alzó la voz para responder enérgicamente a las acusaciones vertidas por el presidente del Club Bolívar, Marcelo Claure. En una conferencia de prensa marcada por la firmeza y la evidente afectación personal, Villegas anunció la presentación de una denuncia formal ante el Tribunal de Ética del fútbol nacional, buscando reparación por los presuntos daños a su imagen y honor.
El detonante de esta acción legal radica en una publicación en redes sociales realizada por Claure el pasado 27 de marzo. En ese momento, Villegas se encontraba en Colombia liderando la participación de la selección boliviana Sub-17 en el campeonato sudamericano. Según el relato del estratega, la publicación del máximo dirigente celeste lo acusaba directamente de extorsionar al Club Bolívar, afirmaciones que Villegas calificó como "totalmente falsas, hirientes y dañinas" para su intachable trayectoria profesional.
Con un tono pausado pero contundente, Villegas declaró: "Jamás en mi vida he cometido un acto delictivo. Siempre he actuado con honestidad, transparencia y respeto por el fútbol y por las personas". La visible emoción del técnico reflejaba la profunda repercusión que estas acusaciones han tenido en su vida tanto a nivel personal como profesional.
En un intento por clarificar la situación legal que mantiene con el Club Bolívar, Villegas explicó que existe un juicio laboral en curso, el cual, según sus palabras, ya ha fallado a su favor en dos instancias judiciales y actualmente se encuentra en proceso de revisión en el Tribunal de Justicia de Sucre. "Lo único que estoy haciendo es ejercer mis derechos mediante los mecanismos legales", enfatizó, desmintiendo así cualquier insinuación de irregularidad en su proceder.
Si bien Villegas evitó vincular directamente la reciente negativa del Club Bolívar de ceder a tres jugadores clave para la selección Sub-17 con su conflicto personal con Claure, no ocultó su profunda decepción ante esta decisión. "Los perjudicados son los chicos, la selección y el país. Estamos trabajando para formar jugadores y llevar a Bolivia a un Mundial, y estas decisiones no ayudan", lamentó, priorizando el impacto negativo en el desarrollo del fútbol juvenil boliviano.