El Gobierno boliviano estableció que el precio máximo del litro de aceite envasado debe ser de 14 bolivianos, advirtiendo que los costos actuales en los mercados superan ese monto debido a prácticas irregulares. El ministro de Desarrollo Productivo, Zenón Mamani, explicó que el alza se debe al ocultamiento del producto, la especulación por parte de intermediarios y el contrabando a la inversa, lo que afecta directamente al bolsillo de las familias.
Ante esta situación, se anunció una serie de medidas para frenar los abusos. Se intensificarán los controles a través de los viceministerios de Defensa del Consumidor y de Lucha Contra el Contrabando. Además, se coordina con la industria oleaginosa para que la distribución del aceite llegue directamente al consumidor final, evitando el desvío hacia mayoristas. También se realizarán inspecciones en supermercados, que reciben el producto directamente de las empresas, para verificar que se respete el precio fijado.
La autoridad recalcó que no se justifica la venta del aceite por encima de lo establecido y llamó a la ciudadanía a denunciar irregularidades. El objetivo es garantizar el abastecimiento a un costo justo, especialmente en un contexto de presión inflacionaria en productos de primera necesidad.