La escasez de combustible persiste en Bolivia mientras seis buques con 149 millones de litros de hidrocarburos, gasolina, diésel y crudo, permanecen varados en el puerto chileno de Arica por condiciones marítimas adversas. Las marejadas impiden su descarga en la Terminal Sica Sica, administrada por YPFB, que estima la mejora del clima recién para el 28 o 29 de mayo.
El gerente sectorial de Transporte de YPFB, Jhonny Chuquimia, confirmó que las olas actuales superan los 2 metros, cuando el límite para operar es de 1 metro. Tres buques cargan gasolina, dos diésel y uno petróleo crudo, esperando autorización para iniciar el desembarque.
Mientras tanto, en distintas regiones de Bolivia se reportan largas filas en surtidores. La situación ha provocado amenazas de protestas por parte de transportistas, que exigen una solución inmediata ante la demora en el suministro.
El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, atribuyó la crisis a factores climáticos, bloqueos y presiones de un grupo de cisternas del suroriente que, según dijo, actúan con fines políticos y económicos. Aseguró que no existe desabastecimiento estructural y que la estatal mantiene contratos para garantizar el suministro.