Lo que debía ser un acto simbólico para el desarrollo ambiental y cultural de Potosí terminó en una jornada marcada por la violencia. Mientras el alcalde Waldo Pórcel presentaba la Ley Municipal Nº 503 que impulsa el manejo integral de cuencas y la creación del Museo Etnoecológico de Cantumarca, un grupo violento irrumpió en el lugar con hondas, piedras y dinamitas.
El objetivo del grupo, que lleva tres meses intentando tomar ilegalmente esos terrenos, era claro: impedir el acto oficial y consolidar su asentamiento. En medio del caos, los proyectiles alcanzaron a funcionarios y policías que resguardaban la zona, obligando a estos últimos a usar gases lacrimógenos para dispersarlos.
Al menos 32 personas heridas. Entre ellas, 18 policías cinco de los cuales fueron internados, funcionarios municipales golpeados y varios comunarios heridos, incluida una mujer con una grave lesión en la mano y una joven que cayó en una quebrada con una fractura de pie.
El comandante policial, José Luis Arancibia, pidió abrir caminos de diálogo antes de que la violencia escale aún más. Por su parte, los comunarios exigen que los avasalladores abandonen el lugar, recordando que los predios están destinados al beneficio de toda la población potosina.
El alcalde Pórcel anunció que se presentará una denuncia formal ante el Ministerio Público por los hechos ocurridos. Mientras tanto, la paz en Cantumarca sigue siendo un desafío urgente.