La planta de Emapa en San Julián, Santa Cruz, ya comenzó a producir más de 500 toneladas de aceite refinado de soya. Esta producción será distribuida en supermercados estatales, ferias móviles y otros puntos del país, buscando garantizar el abastecimiento y reducir la dependencia de empresas privadas.
Según el gerente de Emapa, Franklin Flores, esta planta fue creada para fortalecer la soberanía alimentaria y apoyar a pequeños y medianos productores con insumos como semillas y combustible. La factoría tiene capacidad para procesar hasta 1.000 toneladas de soya por día y apunta a ampliar su operación en la campaña de invierno.
El Estado apuesta así por un modelo de producción propio para enfrentar la escasez y estabilizar el precio del aceite comestible.