Ocho días de bloqueos han puesto en crisis al turismo boliviano: se estima una pérdida de 33,1 millones de bolivianos y una caída de hasta el 45% en la actividad turística. Más de 81.000 personas no han podido trasladarse por el país, ya sea por turismo, trabajo o asuntos personales.
El viceministro de Turismo, Hiver Flores, lamentó el impacto, especialmente en regiones como Cochabamba, epicentro de las protestas lideradas por sectores afines a Evo Morales, que exigen su habilitación como candidato. “Esto daña la imagen del país y bloquea ingresos vitales en momentos críticos”, señaló.
La Cámara Boliviana de Turismo advirtió que hoteles, agencias y aeropuertos están semiparalizados y exigió al Gobierno una salida urgente. “No se puede vivir en constante incertidumbre”, afirmó su representante, Yanela Zárate.
Los bloqueos continúan, y con ellos, se agudiza el golpe a uno de los sectores más sensibles de la economía nacional.