A pesar de los esfuerzos de las fuerzas del orden, Bolivia aún registra 13 puntos de bloqueo en carreteras este viernes, 13 de junio, como parte de las protestas iniciadas el pasado 2 de junio por organizaciones afines al expresidente Evo Morales. Estos bloqueos se mantienen en el contexto de una aguda crisis económica y una creciente tensión política en el país.
Según el último reporte de transitabilidad de la Administradora Boliviana de Caminos (ABC), actualizado hasta las 10:31, el departamento de Cochabamba es el más afectado con siete puntos de bloqueo. Le siguen Oruro con dos, y con un bloqueo cada uno se encuentran Santa Cruz, Potosí y Chuquisaca. Adicionalmente, existe un punto de conflicto en el límite departamental entre Potosí y Chuquisaca. La cifra actual representa una disminución significativa con respecto a la veintena de bloqueos registrados el jueves por la mañana.
Los manifestantes aseguran que sus acciones responden a la crisis económica y exigen la renuncia del presidente Luis Arce. Sin embargo, el mandatario ha señalado directamente a Evo Morales como el instigador de estos disturbios, con el presunto fin de forzar una nueva candidatura presidencial a pesar de su inhabilitación.
En respuesta a la situación, el presidente Arce ha instruido a la policía y las fuerzas armadas a proceder con el desbloqueo de las vías. Mediante operativos conjuntos y tras varios intentos, los efectivos lograron despejar el jueves toda la ruta que une Cochabamba con el occidente del país. Paralelamente, los uniformados también consiguieron ingresar y desbloquear el centro urbano del municipio de Llallagua, Potosí, zona que en días previos fue escenario de los episodios más violentos de este conflicto.
La situación ha escalado con la confirmación de la muerte de cinco personas en el marco de las movilizaciones. El 11 de junio, tres policías fueron asesinados en Llallagua, supuestamente por disparos de francotiradores, según informó el Gobierno. El 12 de junio se encontró el cuerpo sin vida de un cuarto policía, quien había sido secuestrado cerca de la carretera Cochabamba-occidente y, según el viceministro Roberto Aguilera, fue asesinado con dinamita colocada en su estómago. El mismo día, se confirmó la muerte de un comunario en el departamento de Cochabamba, un suceso que, de acuerdo con el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, se debió a la manipulación de un explosivo.