La ciudad de La Paz vivirá este sábado una versión atípica de la entrada del Gran Poder, con menos comparsas, menos bandas y menos bailarines. Las 75 fraternidades que conforman la festividad decidieron no suspender el evento, pero rendirán homenaje a los fallecidos en los bloqueos de Llallagua portando crespones negros y banderas blancas durante el recorrido.
El Gran Poder, que nació en el barrio de Chijini con apenas tres cuadras de recorrido, ha evolucionado durante más de 50 años hasta convertirse en una entrada folklórica que abarca más de cinco kilómetros. La festividad se ha convertido en el evento cultural más grande de la sede de Gobierno, con un fuerte impacto social y económico en la ciudad.
Este año participarán 71 comparsas. Una fraternidad pidió permiso para no asistir debido a la crisis económica, mientras que otras tres fueron sancionadas por no pagar sus cuotas. Según la convocatoria para la preentrada, 21 grupos serán de morenadas, seguidos por nueve comparsas de caporales y nueve de kullawadas. También estarán presentes seis tinkus, cuatro diabladas y otros estilos como salay, doctorcitos, pujllay, llamerada, tobas y más.
El alcalde de La Paz, Iván Arias, informó que en la versión anterior de la entrada del Gran Poder se movieron hasta 68 millones de dólares en un solo día, aunque la festividad se extiende por una semana. Solo el sábado se cierran al menos 30 calles para el paso de los bailarines desde el Cementerio General hasta las inmediaciones del Estadio Hernando Siles.
Además, este año asistirá Ernesto Fernández Polcuch, representante regional de la Unesco. El municipio aprovechó su llegada para entregarle un reconocimiento por su labor. Su presencia permitirá observar de cerca las características culturales y organizativas de esta tradicional celebración paceña.
