El uso de criptomonedas crece en Bolivia tras la habilitación oficial del Banco Central, que en 2024 revocó la prohibición que regía desde 2020. En solo cuatro meses, las transacciones con estos activos digitales crecieron un 112 %, movilizando alrededor de 75 millones de dólares.
Según Binance, el exchange más grande del mundo, más de 360 mil personas en Bolivia ya interactúan con criptomonedas, y se prevé que esta cifra se duplique pronto. El interés también ha impulsado a entidades financieras a sumarse: de cinco pasaron a nueve las que operan con criptoactivos como el USDT, vinculado al dólar.
Pese al avance, persisten desafíos: baja educación financiera, limitada conectividad en zonas rurales y escasa inclusión digital. A nivel regional, Bolivia aún ocupa el puesto 12 en adopción, lejos de países como Brasil, Argentina o México.