La crisis de credibilidad que vive la justicia boliviana se ha convertido en tema central de la campaña presidencial. El escándalo del "Consorcio" desató una tormenta política que ha obligado a los principales candidatos a tomar postura y lanzar propuestas audaces para transformar de raíz el sistema judicial.
Desde la izquierda, Andrónico Rodríguez y Eduardo del Castillo hablan de una “revolución judicial”, con cambios en la forma de elegir magistrados y medidas contra la injerencia política. Del otro lado, Samuel Doria Medina plantea eliminar el Tribunal Constitucional por completo y crear un sistema judicial más técnico y ciudadano. Manfred Reyes Villa y Tuto Quiroga también apuestan por reformas profundas, priorizando la carrera meritocrática y la lucha contra la corrupción.
La carrera electoral de 2025 ya no gira solo en torno a economía o empleo: ahora, el futuro de la justicia está sobre la mesa, y cada propuesta busca captar a una ciudadanía cansada de la impunidad.