Texas y Nuevo México atraviesan una emergencia sin precedentes tras intensas lluvias que provocaron inundaciones catastróficas. En total, más de 100 personas han perdido la vida, al menos 160 continúan desaparecidas y cientos de viviendas han sido destruidas en cuestión de horas.
El pequeño pueblo de Ruidoso, en Nuevo México, fue uno de los más golpeados. El martes, una crecida repentina del río local alcanzó niveles históricos y arrasó con todo a su paso. Entre las víctimas se encuentran una niña de cuatro años, un niño de siete y un hombre adulto, según confirmó el gobierno municipal. La alcaldesa Lynn Crawford lamentó la tragedia y pidió solidaridad para las familias afectadas.
Las lluvias, clasificadas como monzónicas, cayeron sobre terrenos ya debilitados por los incendios forestales de 2024, lo que facilitó el desbordamiento de ríos y la destrucción de infraestructura. Casas, caminos y puentes fueron arrastrados por la corriente sin dar tiempo a una evacuación segura.
En Texas, la situación es aún más grave. Las autoridades del condado de Kerr han confirmado al menos 109 muertos en las afueras de San Antonio, con más de 160 personas reportadas como desaparecidas. Equipos de rescate trabajan contrarreloj, con apoyo de voluntarios y brigadas de otros estados, incluyendo rescatistas provenientes de México.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró luto estatal y ordenó izar las banderas a media asta. En un comunicado, advirtió que el daño físico y emocional causado por las inundaciones es incalculable y exigió coordinación nacional para atender la emergencia.
La tragedia ha provocado una ola de solidaridad. El cantante mexicano Alejandro Fernández anunció donaciones para las víctimas de sus próximos conciertos en Texas, mientras organizaciones humanitarias intensifican su presencia en las zonas afectadas.
Este nuevo desastre natural vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de muchas regiones frente al cambio climático, donde los fenómenos extremos ocurren con mayor frecuencia e intensidad. En medio del luto, las autoridades llaman a la preparación y prevención ante una realidad que ya no puede ignorarse.