En el marco de los actos por el Bicentenario de Bolivia, el expresidente Evo Morales reapareció públicamente con un mensaje cargado de contenido político, en el que llamó a utilizar el voto nulo como una forma de "rebelión democrática" y de rechazo a lo que considera unas elecciones deslegitimadas y excluyentes.
Durante su alocución, Morales hizo un repaso de la historia boliviana desde la óptica de las luchas sociales, y destacó su gestión al frente del Gobierno como una etapa de avances en soberanía y derechos. Sin embargo, afirmó que el actual proceso electoral busca restaurar una “vieja democracia de élites”, dejando al margen a los movimientos sociales y al proyecto político que representó el MAS en su momento.
“El voto nulo es una forma de rechazo a una elección deslegitimada y con indicios de nulidad”, insistió el exmandatario, planteando esta opción como un referéndum electoral simbólico, con el que se exprese el descontento hacia lo que califica como un intento de “proscripción” del movimiento político que lidera. A su juicio, tras esta exclusión se ocultan intereses que buscan “entregar el litio y destruir la Bolivia soberana”.
La postura de Morales llega después de que no lograra inscribirse como candidato presidencial, ante la falta de una sigla habilitada que lo respalde y una sentencia del Tribunal Constitucional que le impediría postular nuevamente.
Pese a ello, el exmandatario aseguró que su base social mantiene la lucha. “Vamos a volver con más fuerza, con más conciencia y con más unidad. Otra vez no se trata solo de resistir, sino de volver a vencer”, advirtió.
El pronunciamiento de Morales se da en un escenario electoral marcado por fracturas internas en el MAS y crecientes tensiones entre sectores sociales, mientras Bolivia se prepara para conmemorar los 200 años de su independencia en medio de incertidumbre política.
