La magia de Lionel Messi volvió a cambiar el tablero en Sudamérica. Con un doblete en la goleada 3-0 de Argentina sobre Venezuela, el capitán albiceleste no solo celebró su despedida en casa a lo grande, también abrió una ventana inesperada para Bolivia, que aún sueña con el repechaje rumbo al Mundial 2026.
En un Monumental encendido, Messi apareció al filo del primer tiempo para desnivelar el marcador y hundir las esperanzas venezolanas. El golpe se profundizó en el complemento: Lautaro Martínez amplió la ventaja y, poco después, Messi selló la goleada con otro destello. Argentina quedó firme en la cima con 38 puntos, mientras que la Vinotinto se estancó en 18, dejando abierta la pelea por el último boleto.
Para Bolivia, el resultado fue oro puro. La Verde depende ahora de vencer a Brasil y esperar que Venezuela tropiece contra Colombia. Un camino difícil, pero no imposible. La última fecha será una prueba de fuego: o renace el sueño boliviano, o se apaga definitivamente.