Cochabamba conmemoró su 215 aniversario con una jornada que combinó memoria, identidad y una apuesta al futuro. El eje central de las celebraciones no solo estuvo marcado por los actos cívicos, sino también por la entrega de la Línea Amarilla del Tren Metropolitano, que conecta el aeropuerto con la terminal de buses, convirtiéndose en un símbolo de modernización urbana.
El 14 de septiembre comenzó con un homenaje al general Esteban Arce, cuyos restos fueron trasladados en una ceremonia solemne. La jornada se llenó de color y civismo con los desfiles escolares, donde estudiantes mostraron disciplina y orgullo patrio.
En su discurso, el presidente Luis Arce calificó a Cochabamba como “el corazón de la integración nacional” y rindió homenaje a las heroínas de la Coronilla, recordando la importancia de mantener viva la resistencia y el legado de libertad.
El estreno de la Línea Amarilla fue presentado como una obra estratégica para la conectividad regional y el desarrollo económico. Más allá del transporte, representa la visión de un futuro sostenible y con mayores oportunidades para la población.
Las celebraciones cerraron con el tradicional Desfile de Teas, que iluminó la noche cochabambina con un espíritu de unidad y compromiso hacia el porvenir.