El contrabando de vehículos en Bolivia no se detiene, solo se reinventa. El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Amílcar Velázquez, informó que se han detectado siete nuevas rutas ilegales para el ingreso de autos indocumentados desde Chile, una señal clara de que las estrategias de los contrabandistas avanzan más rápido que el control estatal.
Tres de estos pasos se ubican en Pisiga-Toldo y los otros cuatro en el Salar de Coipasa, zonas que se han convertido en un tablero de ajedrez donde el Estado y los contrabandistas mueven piezas constantemente.
En lo que va del año, las autoridades han decomisado 262 vehículos y 47 fueron incinerados para evitar que vuelvan al circuito ilegal. Sin embargo, los operativos no solo dejan cifras: también generan tensión y tragedia. Recientemente, un presunto contrabandista murió tras un enfrentamiento con una patrulla, hecho que sigue bajo investigación.
El hallazgo de estas nuevas rutas refleja que el contrabando no solo es un problema económico, sino un fenómeno social y violento que desafía al Estado y mantiene a la frontera en permanente conflicto.