Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) intenta frenar el desgaste de su imagen tras las denuncias de posibles irregularidades en contratos de combustibles. En un comunicado oficial, la estatal asegura que “no tiene nada que ocultar” y que abrirá la puerta a auditorías externas para despejar dudas.
La respuesta llega luego de que la Cámara de Diputados aprobara un informe que detecta anomalías en el acuerdo con la subsidiaria Botrading. El documento, además de recomendar la investigación de la Contraloría, plantea auditar a YPFB Internacional S.A. y a Botrading S.A., compañías bajo sospecha de manejos poco claros.
En medio de esta tensión, el Movimiento al Socialismo (MAS) defendió la solvencia de la empresa, mientras que la oposición de Comunidad Ciudadana (CC) exige una investigación independiente y sin “manipulación política”. A este cruce se suma Creemos, que acusa al Gobierno de encubrir responsabilidades y advierte que el caso podría escalar a un nuevo escándalo nacional.
El informe también insta al Presidente del Estado a tomar medidas preventivas y correctivas frente a los hallazgos. Mientras tanto, YPFB insiste en que todos sus procesos son transparentes y supervisados por sus propios mecanismos internos de control. Sin embargo, el debate sigue abierto: ¿basta con la palabra de la empresa o la verdadera prueba llegará con auditorías independientes?
