El cine y la cultura pierden a una de sus figuras más influyentes. A los 89 años, Robert Redford, actor, director y activista, falleció en su hogar de Utah, dejando un legado que trasciende la pantalla y seguirá inspirando a generaciones. Aunque la causa de su muerte no se ha revelado, se sabe que partió en paz mientras dormía.
Redford saltó a la fama en 1969 con "Butch Cassidy and the Sundance Kid", compartiendo escena con Paul Newman y conquistando al público con su carisma y talento. Su rostro rubio y su encanto natural lo convirtieron en un ícono, pero su influencia no se limitó a la actuación. Con el tiempo, decidió mirar detrás de las cámaras. Como director, recibió un Óscar y su pasión por el cine independiente lo llevó a cofundar el Festival de Cine de Sundance, que se ha convertido en una plataforma vital para nuevos talentos y narrativas originales, manteniendo vivo su espíritu innovador.
Más allá del cine, Redford fue un activista ambiental comprometido con la conservación de los paisajes de Utah y la protección del planeta. Su labor en defensa del medio ambiente refleja un lado humano y visionario que pocos conocen, demostrando que su legado no solo se mide en películas, sino en acciones que marcaron la diferencia.
Nacido el 18 de agosto de 1936 en Santa Mónica, California, Charles Robert Redford Jr. dejó un rastro imborrable. Actor, director, activista, icono: su partida deja un vacío en Hollywood, pero su obra y valores seguirán vivos como un ejemplo eterno de creatividad, pasión y compromiso.
