Una nueva tormenta política golpea al gobierno de Javier Milei tras una serie de renuncias que desataron una inesperada reestructuración del gabinete. La salida del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del ministro del Interior, Lisandro Catalán, marcó el inicio de una crisis interna que dejó al descubierto las fisuras dentro del círculo más cercano del presidente.
Las dimisiones, ocurridas a pocos días de la victoria electoral de La Libertad Avanza, aceleraron los planes de cambio que Milei pensaba ejecutar después de las legislativas. Detrás del terremoto político estaría la tensión creciente entre Francos y el estratega presidencial Santiago Caputo, figura clave del denominado “triángulo de hierro” que comparte poder con Karina Milei y el propio mandatario.
El presidente reaccionó con rapidez: nombró a Manuel Adorni, hasta ahora su portavoz, como nuevo jefe de Gabinete, apostando por un perfil más alineado con su entorno más íntimo. La prioridad ahora será sostener la estabilidad política y consolidar apoyo en el Congreso para avanzar en las reformas económica y tributaria que el Ejecutivo considera vitales.
Con más cambios en el horizonte, la Casa Rosada atraviesa uno de los momentos más delicados desde el inicio de la gestión libertaria, mientras Milei intenta mantener el control de un tablero donde la lealtad pesa tanto como la eficiencia.