La expectación en la Plaza de San Pedro fue palpable este miércoles cuando miles de fieles y periodistas aguardaban la primera señal del cónclave para elegir al sucesor de Francisco. Sin embargo, la chimenea de la Capilla Sixtina emitió una fumata negra a las 21:00 hora local (19:00 GMT), indicando que en la primera votación ningún cardenal logró los 89 votos necesarios para convertirse en el nuevo Pontífice.
El inicio del cónclave se produjo a las 17:46 hora local (15:46 GMT) con el solemne cierre de las puertas de la Capilla Sixtina tras el pronunciamiento del "Extra Omnes". Previamente, los 133 cardenales electores, provenientes de 70 países, participaron en una oración en la Capilla Paulina, donde el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado y uno de los favoritos, les recordó su trascendental tarea.
La procesión de los cardenales hacia la Sixtina, atravesando la Sala Regia, marcó un momento de profunda simbología. Ya en la capilla, tras el canto del "Veni, Creator Spiritus", cada purpurado juró fidelidad a la Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis" y prometió guardar secreto sobre las deliberaciones.
La primera fumata negra se produjo con un retraso de aproximadamente hora y media sobre las estimaciones iniciales, generando impaciencia entre la multitud congregada en la plaza, estimada en más de 30.000 personas, según la policía de Roma. La incertidumbre también se apoderó de los medios de comunicación, dando pie a diversas especulaciones.
Tras este primer intento fallido, los cardenales se retirarán para cenar y descansar dentro de los límites del Vaticano. Las votaciones se reanudarán mañana por la mañana, siguiendo la normativa que establece hasta dos votaciones por la mañana y dos por la tarde durante los tres primeros días del cónclave.
Para ser elegido Papa, un candidato debe obtener al menos dos tercios de los votos de los 133 cardenales electores. Si transcurridos tres días no se alcanza una mayoría, se dedicará una jornada a la reflexión y la oración, seguida de nuevas rondas de votación. En caso de persistir el bloqueo, la elección final se decidirá entre los dos cardenales más votados, requiriendo aún una mayoría absoluta.
