En un momento histórico para la Iglesia Católica, el cardenal estadounidense ha sido elegido por el cónclave como el nuevo Papa, tomando el nombre de León XIV. Tras su elección como sucesor de San Pedro, el pontífice ofreció sus primeras palabras desde el balcón del Palacio Apostólico en Roma, dirigiéndose a una multitud expectante y a millones de fieles alrededor del mundo.
Visiblemente emocionado, León XIV inició su discurso recordando con afecto a su predecesor. "Todavía conservamos en nuestros ruidos esa voz débil, pero siempre valiente del Papa Francisco que bendecía a Roma", expresó, rindiendo homenaje al pontífice emérito.
En un gesto de cercanía y apertura, el nuevo Santo Padre saludó a la audiencia en español, demostrando su sensibilidad hacia la diversidad de la comunidad católica global. Posteriormente, centró su mensaje en la construcción de la unidad dentro de la Iglesia.
Miembro de la orden de San Agustín, León XIV reiteró en dos ocasiones su firme intención de "construir puentes de diálogo" como guía para su pontificado. Subrayó la importancia de continuar el camino sinodal, abogando por una iglesia que sea verdaderamente "para todos".
"Tenemos que buscar juntos cómo ser una iglesia misionera, una iglesia que construye puentes de diálogo, siempre abierta a recibir, como esta plaza, a todos", manifestó el Sumo Pontífice, delineando una visión de una Iglesia inclusiva y en constante comunicación.
Las primeras palabras de León XIV han sido recibidas con atención y esperanza, marcando el inicio de una nueva etapa para el catolicismo bajo el liderazgo de un Papa con un claro enfoque en el diálogo y la unidad.