Un Tribunal de Sentencia de Chuquisaca ha dictado una condena de 23 años de prisión contra Miguel A.L.S., de 52 años, por el delito de Violación de Infante, Niña, Niño o Adolescente. El hombre fue hallado culpable de abusar sexualmente de su propia hija biológica en la ciudad de Sucre, un calvario que se prolongó durante cinco años, hasta su descubrimiento en 2010.
El Fiscal Departamental de Chuquisaca, Mauricio Nava Morales, informó que el Ministerio Público presentó pruebas contundentes durante el juicio oral para demostrar la culpabilidad del acusado. "El Ministerio Público, mediante el desfile probatorio, demostró la autoría y participación del acusado en el hecho investigado", afirmó Nava Morales. Entre las pruebas cruciales se incluyeron el certificado médico forense, un informe psicológico, el testimonio de la víctima y el certificado de parentesco.
Según explicó el fiscal asignado al caso, Fabrico Daza, los abusos comenzaron cuando la víctima tenía apenas 12 años. El agresor, que convivía con su hija y la madre de esta, manipuló a la menor, haciéndole creer que los actos eran normales. Fue la abuela materna quien, en 2010, sorprendió al agresor y decidió denunciarlo ante las autoridades, poniendo fin al sufrimiento de la joven.
Miguel A.L.S. fue declarado rebelde tras la denuncia y permaneció prófugo por casi 15 años antes de ser finalmente aprehendido en febrero de 2025. La víctima, que en el momento de los abusos era una niña, actualmente tiene 32 años.
Además, se reveló que el sentenciado ya contaba con una condena previa por Abuso Sexual en Santa Cruz. La nueva condena será cumplida en el penal de Palmasola, ubicado en la capital cruceña.
