La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner recibió hoy la prisión domiciliaria, un día antes de lo previsto, tras la ratificación la semana pasada de su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por corrupción. La decisión fue anunciada en un fallo judicial que la declara oficialmente bajo arresto desde este mismo martes.
El tribunal aceptó la solicitud de la defensa de la exmandataria, que argumentó su avanzada edad (72 años), su condición de expresidenta y el intento de asesinato que sufrió como motivos para concederle el beneficio. Sin embargo, la Justicia denegó la petición de Fernández de no usar tobillera electrónica, ordenando la instalación de este dispositivo de vigilancia.
El juez Jorge Gorini, en la resolución judicial, estableció que "a partir del día de la fecha Cristina Elisabet Fernández de Kirchner se encuentra, en calidad de detenida bajo la modalidad de prisión domiciliaria, cumpliendo la pena firme de seis años de prisión, inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos, accesorias legales y las costas del proceso que le fuera impuesta en esta causa".
Fernández de Kirchner cumplirá su condena en su departamento ubicado en el barrio de Constitución, en Buenos Aires. El documento judicial también le exige "abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes".
Desde hace una semana, la presencia de seguidores ha sido constante en las puertas de su residencia, a pesar de las bajas temperaturas del invierno austral. Las paredes del edificio donde vive están cubiertas con cartas y mensajes de apoyo.
La dos veces presidenta (2007-2015) y una vez vicepresidenta (2019-2023) fue condenada por administración fraudulenta en contratos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz, una decisión judicial que fue ratificada el pasado martes por la Corte Suprema.