Eduardo Del Castillo, candidato presidencial por el MAS, ha lanzado una propuesta que sacude el debate sobre los vehículos indocumentados en Bolivia: legalizar más de un millón de “autos chutos” a cambio de que sean convertidos en híbridos mediante un “kit verde”.
En un video de campaña, Del Castillo plantea que esta medida permitiría regularizar la situación de miles de propietarios, pero también transformar el parque automotor nacional hacia tecnologías menos contaminantes. La conversión incluiría un sistema híbrido que funcionaría parcialmente con electricidad, reduciendo emisiones y consumo de gasolina.
“La idea no es castigar a quienes compraron un vehículo chuto, sino darles una salida ordenada. Que puedan circular tranquilos, con papeles, y al mismo tiempo contribuir al medio ambiente”, aseguró.
Según la Cámara Automotriz de Bolivia, más de un millón de estos vehículos ingresaron al país de forma ilegal, especialmente desde Chile, y son vendidos en ferias clandestinas. El plan de Del Castillo también apunta a cortar con la extorsión, la corrupción y el mercado negro que rodea este fenómeno.
La propuesta llega justo cuando la Aduana Nacional había descartado cualquier nueva campaña de nacionalización, desmintiendo versiones publicadas por medios chilenos. Frente a ese escenario, Del Castillo busca tomar la iniciativa y ofrecer una “salida justa y viable” al problema.
“Legalizar, sí. Pero con responsabilidad. Con un compromiso ambiental. Que el auto chuto se convierta en auto verde”, resumió.
La iniciativa ya genera reacciones encontradas, pero pone sobre la mesa un debate que ningún candidato había tocado con tanta claridad: ¿regularizando se puede también innovar?